De nuevo los datos de matriculaciones dibujan un panorama nada halagüeño, en esta ocasión los correspondientes al pasado mes de julio. Por un lado, la caída de ventas respecto al mismo mes de 2020 roza el 29 % con 83.900 unidades matriculadas, algo de esperar teniendo en cuenta la demanda retenida del anterior año debido al confinamiento, pero es que el acumulado durante los primeros siete meses se queda un 33 % por debajo respecto a 2019, confirmando así las 540.732 unidades que será casi imposible superar la barrera del millón a final de año.
En cuanto a los motivos de estos malos datos, las diversas asociaciones coinciden en el problema de la ausencia de semiconductores, lo que está provocando que las diversas fábricas no reciban los chips necesarios para satisfacer la demanda, a lo que también se une los efectos de la «quinta ola», la crisis económica postcovid y los diversos anuncios de la Unión Europea y el Gobierno apostando incondicionalmente por el coche eléctrico a la par que demonizan la gasolina y, sobre todo, el diésel, sin olvidar el impuestazo a los combustibles que aún sigue acechando.
No obstante, tal y como ha subrayado Tania Puche (directora de comunicación de Ganvam), la bajada del impuesto de matriculación hasta final de año ha resultado ser un arma de doble filo, pues los medios se hicieron eco de ello a finales de junio, pero no entró en vigor hasta el 12 de julio, lo que ha retrasado considerablemente muchas compras que deberían llevarse a cabo en los meses venideros.
Imágenes gama SEAT León