El futuro del sector del automóvil, guste o no, pasa por abrazar la movilidad eléctrica. Si un constructor quiere seguir en activo, no le queda más remedio que invertir en esta tecnología. Fruto de esta necesidad es que ha nacido el cuarto fabricante de coches del mundo: Stellantis. Como ya sabéis, en este gigantesco grupo hay una serie de firmas que tienen en lo más profundo de su ADN «beber» gasolina. Una de ellas es Dodge y sus muscle car.
El Dodge Challenger, con sus diferentes versiones, es uno de los pony car más deportivos. Ford y General Motors (Chevrolet) hacen lo que pueden con sus rivales, pero parece que este 2021 es su año. Pues bien, cuando supimos que Stellantis lanzaría una nueva generación en 2024 nos llevamos una gran alegría. Que luego quedó empañada porque se alimentará por electricidad. Con todo, parece que los más quemados todavía tienen un halo de esperanza.
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Dodge cree que la transición hacia los muscle cars eléctricos va a ser lenta y progresiva…
Según el CEO de Dodge, Tim Kuniskis, los muscle cars de combustión y los nuevos eléctricos convivirán durante un tiempo. Estas palabras las habría dedicado al medio Muscle Cars & Truc, que habría aprovechado para «sacar» alguna información adicional. Al parecer, la plataforma que dará vida a este modelo estará lista para el año 2024. Por tanto, en esa fecha debería dar comienzo la comercialización del sustituto del actual Challenger.
Sin embargo, la transición entre uno y otro modelo no será radical. Esto será así porque habrá clientes que no quieran dar el salto a esta nueva tecnología. Por tanto, la mejor solución para no perderlos es seguir vendiendo el actual Challenger durante un tiempo prudencial. Con todo, no significa que esta superposición de la gama se vaya a prolongar sine die, sino que