En verdad, la industria automovilística es muy conservadora. Los accionistas y las cuentas de beneficios mandan más que nunca. Lejos quedan coches arriesgados y proyectos pocos rentables. Hoy en día, los departamentos de marketing y las investigaciones de mercado son las que dictan qué coches lanzar. La mercadotecnia no ha metido los SUV hasta en la sopa y también decide sobre el aspecto físico de los coches. La inercia conservadora de la industria hace que sea víctima de modas de diseño.
“Si todos los competidores lanzan coches con interiores en negro piano, ¿por qué no estamos haciéndolo?”, dirán en las altas esferas de las marcas. Y es entonces cuando se perpetúan modas de diseño absolutamente inútiles, como las que os vamos a explicar en este vídeo.
Abuso del “negro piano”
El material más odiado en el equipo de Diariomotor. Su objetivo inicial era imitar la madera lacada en negro satinado de un precioso piano de cola. Sin embargo, a la hora de la verdad, es una simple moldura de plástico duro de acabado brillante. Cuando el coche sale del concesionario tiene un aspecto fantástico y da al interior un aspecto moderno, de alta tecnología. Sin embargo, su principal inconveniente es que se ensucia muy fácilmente. En apenas unos días se llenará de polvo, de huellas de dedos, y microarañazos.
Hemos probado coches con apenas semanas y unos cientos de kilómetros en su odómetro en los que el negro piano presentaba un aspecto desmejorado. El verdadero problema del negro piano no es el material en sí, es que muchos coches lo montan en superficies que se van a tocar habitualmente, como son las consolas centrales o ciertas partes del salpicadero. Si tu coche tiene mucho negro piano, una gamuza de microfibra será tu mejor amiga.
Un interior “todo pantallas”
De unos años a esta