El coche eléctrico será un aliado en la lucha contra el calentamiento global una vez se aborden los desafíos éticos y medioambientales que supone desde el desarrollo de baterías hasta el final de su vida útil.
Un estudio de Greenpeace señala que un total de 12,85 millones de toneladas de baterías de coches eléctricos llegarán al final de su vida útil entre 2021 y 2030. En este sentido, no existe un procedimiento estandarizado para los diseños, materiales y químicas de las baterías que se fabrican, dificultando su reciclado. Pero EEUU está cerca de conseguirlo.
«Un gran problema» dentro de 10 años
El Laboratorio Nacional Argonne, del Departamento de Energía de EEUU, ha anunciado un memorando de entendimiento con la industria eléctrica de EEUU para desarrollar estándares de reciclaje para baterías de iones de litio.
El objetivo de introducir un procedimiento estandarizado es ayudar a los fabricantes a comprender qué materiales y diseños serán más reciclables, mientras éstos ponen el foco actualmente en producir, simplemente, de forma barata.
De esta forma, se podrán identificar los estándares que los fabricantes y recicladores pueden usar para evaluar la cantidad de material extraíble y reciclable en los sistemas de baterías.
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El desafío que supone el coche eléctrico cuando las baterías llegan al final de su vida y cómo se