Cuando la primera generación del Toyota Yaris vio la luz, allá por el año 1999, jamás pensamos que fuera a ser el éxito que es hoy día. A lo largo de estas más de dos décadas hemos conocido cuatro generaciones y, en total, se han vendido en el continente europeo más de 4 millones de unidades. Pero para llegar a este punto han tenido que pasar muchas cosas, como que su gama contó con versiones como el Yaris Sport TS o el ajado y olvidado Yaris Verso.
Hoy día la familia Yaris cuenta con el apoyo de la versión GR y de una segunda carrocería que está llamada a ser superventas. Nos referimos al nuevo Toyota Yaris Cross Hybrid, un B-SUV que llega con argumentos de peso para poner contra las cuerdas a todos sus rivales, bávaros incluidos. Así es que para saber de qué es capaz, y de qué no, lo hemos puesto a prueba por todo tipo de carreteras y hasta campo. Ojo, porque tiene madera de líder y lo sabe.
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La estética del Toyota Yaris Cross te recordará a la del RAV4 y no, no es casualidad…
Lo primero que piensas cuando ves el Toyota Yaris Cross es que te suena de algo. En efecto, el equipo de diseño de la firma ha creado un mini RAV4. Eso sí, también estrena elementos de diseño propios, como las ópticas LED. Ambos proyectores flanquean la parrilla trapezoidal como la de su hermano mayor. Más abajo hay dos entradas de aire verticales con los intermitentes y otra inferior, de similar patrón, que integra en las esquinas los anti niebla.
La vista lateral es la que más recuerda al RAV4. Tenemos un capó plano que casa a la perfección con unos pasos de rueda generosos. En la zona baja de la carrocería hay unas protecciones plásticas