Una furgoneta en el arcén, con un turismo detenido detrás, llama tu atención. Si no fuera por la señalización de emergencia, con luces rotativas azules encendidas y bien camufladas tras la luneta trasera, nadie hubiera dicho que se trataba de una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico.
Si observamos los instrumentos que está incorporando la Dirección General de Tráfico para vigilar el tráfico, y no profundizamos demasiado en su fin, es posible que nos embargue un sentimiento de indignación. Tras los drones, la DGT estrena furgonetas blancas para perseguir infracciones de tráfico.
Ahora bien, si analizamos un poco cómo trabajarán, y el objetivo de los nuevos medios de Tráfico, cada vez más eficaces, y sigilosos, para pasar desapercibidos entre los conductores, veremos que iniciativas como la de patrullar las carreteras con furgonetas blancas camufladas son un gran paso adelante para perseguir una lacra de nuestra sociedad, la de las muertes en accidentes de tráfico, buena parte de los cuales son causados por distracciones.
Tráfico utiliza furgonetas blancas, por ser más discretas, y por ofrecer un ángulo de visión perfecto para comprobar con rapidez si el conductor del coche al que adelantan va utilizando el teléfono móvil
¿Por qué la DGT vigila con furgonetas blancas?
Tal y como reconoce la propia Dirección General de Tráfico, se han escogido furgonetas blancas «porque es un vehículo que pasa totalmente desapercibido». Las furgonetas blancas no solo son perfectas para que los controles pasen desapercibidos, sino también para el tipo de infracciones que pretenden perseguir.
Las furgonetas de Tráfico contra el uso del móvil
El objetivo de estas furgonetas no es el que muchos podían estar imaginando, el de controlar los excesos de velocidad mediante un sistema de radar. Tráfico utiliza las furgonetas principalmente para perseguir distracciones, que es precisamente una de las obsesiones de la institución dirigida por Pere