Se ha convertido en toda una imagen histórica de la industria del automóvil, una de esas batallitas que nos gusta contar a los apasionados de los coches a aquellos neófitos que siempre encuentran apasionante el que en el pasado se estableciera una pista de pruebas en lo más alto de un edificio de la ciudad de Turín. El edificio Lingotto es uno de los grandes emblemas de FIAT, una fábrica donde no sólo comenzaron a establecerse los cimientos de la compañía, sino que también se pusieron a prueba los vehículos que harían soñar a miles de conductores.
La factoría tenía un diseño completamente espectacular, con una serpenteante rampa que te llevaba hasta la azotea, donde se establecía el trazado oval de 1,2 kilómetros (con su respectivo banking en los extremos), mientras que en las plantas inferiores se daba acceso a las materias primas y la zona de producción. Todo salió de la mente del arquitecto italiano Giacomo Mattè-Trucco, y su imagen exterior, con las grandes planchas de hormigón armado son toda una obra de ingeniería a destacar para la época en la que se construyó, en las primeras etapas del Siglo XX.