Se suele decir que soñar es gratis, pero materializar esos sueños nunca lo es. Y este podría ser un resumen perfecto de la historia del Peugeot 907 presentado en 2004, posiblemente uno de los coches más importantes y llamativos desarrollados por Peugeot en tus su historia, y que de haber llegado a producción habría rivalizado sin tapujos con leyendas como el Ferrari 575M Maranello, el Aston Martin Vanquish o el Bentley Continental GT.
Tenemos que remontarnos al salón del automóvil de París del año 2004 para descubrir el nacimiento del Peugeot 907. La firma francesa quería mostrar al público la máxima expresión de su nuevo lenguaje de diseño, esa imagen que definió a todos los modelos de la marca durante la década de los 2000. Y para hacerlo, en lugar de crear un prototipo futurista y cargado de tecnología, decidió crear un super GT que nadie se pudiese esperar.
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El 907 es uno de esos proyectos locos que la industria ya no se atreve a fabricar, ni siquiera como prototipo
El 907 fue casi que un regalo para los diseñadores de la marca de por aquel entonces. En esencia era un trabajo donde se buscó ofrecer la máxima definición de lujo y deportividad, pero la clave era hacerlo a partir de un emblema que también se podía ver en coches como el 206. No era nada fácil, sin embargo los responsables del proyecto se pusieron manos a la obra y dieron a luz a un coupé de 4,37 metros de longitud y 2,5 metros de batalla.
Su diseño partía de las proporciones clásicas de un coupé biplaza con motor delantero, pero en el 907 se llevó al extremo este concepto para integrar un enorme capó delantero, una cabina lo más retrasada posible y una estética cargada de personalidad en