24 años. Son los que tenía Fernando Alonso cuando se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 para descubrirle a toda España qué era eso de los coches de colores, y son los que tiene ahora Álex Palou, cuando se ha proclamado campeón de la IndyCar. Porque hay vida más allá de la Fórmula 1.
Los paralelismo entre los dos pioneros van más allá de la edad. Ambos descubrimientos son responsabilidad directa del añorado Adrián Campos, quien los trataba como los dos mejores pilotos que nunca había tenido, con permiso de Antonio García. Alonso ya le dio la razón a Campos hace mucho tiempo, y ahora lo ha hecho Palou.
Palou ha sido un trotamundo de los coches que solo buscaba ser piloto de carreras
Que a nadie le despisten los 24 años que calza Álex Palou. Lejos de tener la trayectoria habitual de un piloto con buenos padrinos, lo suyo ha sido un viaje del héroe, una búsqueda desesperada de una oportunidad, cualquiera, para ser piloto de carreras. El talento estaba, pero el riesgo de tener que dejarlo por falta de recursos, también.
En Motorpasión
«No he venido a la IndyCar para volver a la Fórmula 1»: Hablamos con Álex Palou, un piloto español viviendo el sueño americano
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