Carlos Sainz y Audi Sport se han embarcado en una aventura sin precedentes, que ha presentado a los medios de comunicación españoles en Audi Madrid Center. Por primera vez, una marca se fija como objetivo completar y ganar en el Rally Dakar con un vehículo con tecnología eléctrica. Y, a sus 59 años, Sainz mantiene la misma ambición y humildad del primer día. Al igual que sus compañeros, ha tenido que ‘reaprender’ a pilotar un coche de raids, que ahora es eléctrico, y es por ello por lo que este proyecto le parece tan atractivo.
El coche que pilotará “El Matador”, acompañado por Lucas Cruz, el copiloto de sus grandes éxitos en el Dakar, es el Audi RS Q e-tron. Se trata de un vehículo con mecánica radicalmente diferente a los que pilotó en sus anteriores incursiones en esta prueba, que no tiene nada que ver con los Volkswagen Touareg, Peugeot 3008 o MINI JCW que llevó hasta la victoria en 2010, 2018 y 2020 respectivamente.
La principal diferencia reside en el corazón del coche de carreras, donde el motor térmico ‘desparece’ como propulsor del vehículo 4×4 y pasa a un segundo plano. En todo momento, el RS Q e-tron se moverá con tecnología eléctrica gracias a los dos motores eléctricos – procedentes de la Fórmula E – que equipa en su interior, uno en la parte delantera y otro en la trasera. En el desierto no habrá cargadores ni asistencias para recargar la batería de 50 kWh que equipa el Audi, por lo que la marca ha ideado un sistema pionero en competición.
El sistema de propulsión lo completa un sistema de reconversión de energía compuesto por un tercer motor eléctrico y el motor TFSI de gasolina que la marca de los cuatro aros utilizó en el DTM hasta su salida del campeonato a finales del año pasado. Éste, a un bajo régimen de revoluciones por minuto altamente eficiente (entre 4.500 y 6.000), se activa durante la conducción cuando es necesario para alimentar la batería, sin que el piloto tenga que hacer ningún trabajo extra.
Es más, Sainz y Cruz han asegurado que el nuevo sistema de propulsión no les supone ninguna labor adicional, ya que todo se gestiona a través del sofisticado software que equipa. En el caso de Carlos, según aseguró ante los medios, su conducción incluso se ha simplificado. Uno de los motivos es que el RS Q e-tron no tiene marchas y eso significa que la entrega de potencia es inmediata y que, por ejemplo en las dunas, no tendrá que preocuparse en la marcha en la que va.
La potencia total del sistema de propulsión del RS Q e-tron es de 680 CV, aunque Sainz comentó que espera que ésta se vea reducida por la organización hasta los 400 CV, aproximadamente, con el objetivo de igualar sus prestaciones a las del resto de participantes.
El objetivo: ganar y hacer historia en el Dakar
Quien conoce a Carlos Sainz sabe que solo se involucra en un proyecto cuando siente que tiene opciones de ganar. Como se ha visto en proyectos anteriores en los que ha participado, el primer año siempre es difícil y a veces lleva un mínimo de un par de años pelear por la victoria, ya que el verdadero test para el Dakar es el propio Dakar, y hasta comenzar la carrera no se sabe realmente cómo de competitivo y fiable es el vehículo.
Pero Carlos no tiene dudas cuando le preguntan por el objetivo en el debut con el RS Q e-tron: “Nuestro objetivo (en referencia a Lucas y a él) es intentar ganar el Dakar con este coche. ¿Estamos locos? A lo mejor sí. Ese tiene que ser el objetivo. A lo mejor en tres meses cambia y el objetivo es otro menos ambicioso, pero una vez que has ganado una competición, acabar segundo o tercero, o simplemente acabar, está bien… pero sabes que no te llena”.
Audi ha formado un equipo de garantías para su proyecto en el Dakar. Además del de Sainz y Cruz, en carrera habrá otros dos RS Q e-tron, que serán pilotados por “Monsieur Dakar”, Stéphane Peterhansel (ocho veces ganador del Dakar en coches), y por Mattias Ekström, dos veces campeón del DTM y campeón del Rallycross con Audi.
Audi, a la vanguardia de la técnica
El RS Q e-tron encarna perfectamente los valores de Audi y su lema, “A la vanguardia de la técnica”. La marca de los cuatro aros vuelve a innovar, a ser pionera en la competición, como tantas veces lo ha sido. Ejemplo de ello es la tracción Quattro que marcó una era en los rallyes en los años 80 y revolucionó la industria del automóvil. También hizo historia en Le Mans, donde en 2006 logró la primera victoria de un prototipo con motor diésel, y seis años después consiguió la primera victoria híbrida con el R18 e-tron quattro.
Ahora, el objetivo es el Dakar, que además de ser un proyecto ambicioso e ilusionante, es también el laboratorio más exigente para una tecnología que estará muy presente en los coches de serie de los próximos años.
“Se trata de un proyecto marcado por la innovación”, aseguró José Miguel Aparicio, Director de Audi España. “El futuro de Audi y el futuro del automóvil es eléctrico, y ya hemos sentado las bases para ello. Primero con el Audi e-tron, posteriormente con el e-tron Sportback, y más recientemente con el e-tron GT y con el Audi Q4 e-tron. En 2025, más del 30 por ciento de nuestras ventas corresponderán a vehículos electrificados”.
“También hemos demostrado que la electrificación no está reñida con la competición. Pero ahora vamos más allá: hemos desarrollado una tecnología innovadora para competir en el desierto. Si el Dakar ya es un reto para un coche normal, la dificultad aumenta con un vehículo de propulsión eléctrica. Pero contamos con ingenieros talentosos, con el RS Q e-tron y con equipos ganadores, como el que forman Carlos Sainz y Lucas Cruz”, añadió.
El Rally Dakar dará comienzo con el podio de salida y la etapa prólogo el 1 de enero de 2022 en Ha’il (Arabia Saudí). Por delante, el Audi RS Q e-tron tendrá doce largas y exigentes jornadas hasta la meta de Jeddah. Allí, el 14 de enero, puede que Audi marque otro hito en el automovilismo.