Rivian ha solicitado recientemente su salida a bolsa (lo que se conoce como OPI, de Oferta Pública Inicial o IPO en inglés), que según fuentes como la agencia Bloomberg, podría resultar en una valoración de 80.000 millones de dólares. Así, la niña bonita de las start-up de coches eléctricos superaría con creces la de la oferta pública inicial de Tesla en 2010, que debutó en Bolsa con un precio de 17 dólares por acción.
Ahora, se han revelado algunos detalles sobre la documentación presentada por la empresa capitaneada por RJ Scaringe y apoyada por Amazon, BlackRock y Ford a la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU, que ponen de manifiesto que una valoración tan elevada podría resultar contraproducente para Rivian, e incluso algo temeraria.
Lo que revelan las cifras
Rivian Automotive está ante una gran oportunidad para convertirse en un exitoso fabricante de vehículos a batería. En caso de que lograse encontrar inversores para el 10 % de sus acciones, podría obtener hasta 8.000 millones de dólares para financiar su mayor crecimiento desde que se fundó en 2009.
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