En caso de fallecimiento, es muy común que los herederos del difunto no quieran quedarse con el coche del fallecido por ya disponer de alguno (o por no quererlo directamente) y opten por venderlo.
Si nos encontramos ante el supuesto caso de querer vender o comprar el coche de una persona que ha fallecido, los trámites se complican algo, sobre todo para el vendedor del coche.
El cambio de titular del coche, el quid del problema
Una persona no puede vender un coche que no está a su nombre, es por ello que no se puede vender el coche de un fallecido hasta que no cambie la titularidad del mismo.
Por lo que en este supuesto hay que hacer dos cambios de titularidad: del fallecido al heredero y del heredero al comprador del coche. Cada cambio de titularidad tiene una tasa de 55,15 euros.
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Después de haber hecho este primer cambio, nos encontramos ante una compra-venta entre particulares habitual.
Documentación a presentar