El juego de las denominaciones comerciales en el sector del automóvil da para mucho. Por regla general, las firmas premium suelen emplear combinaciones alfanuméricas. Audi es una de las que más partido saca, aunque si echamos un vistazo a la gama de BMW y Mercedes-Benz, la ecuación parece no tener lógica. Luego, por otra parte, están las firmas generalistas, que suelen emplear para designar a sus modelos denominaciones más «comunes».
En este caso se trata de palabras que tengan algún significado para la marca o el mercado diana. Además hay casos como el de McLaren, Ferrari o Maserati, que se dan el lujo de usar la denominación comercial que mejor les venga. Así llegamos al ejemplo de la casa de Woking. En un primer momento usaron nombres como MP4-12C o F1. Más tarde fueron Elva, Artura o Senna. Pero ojo, que podrían venir nuevos productos con este patrón.
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McLaren podría estar desarrollando tres nuevos superdeportivos ¿eléctricos…?
Según hemos sabido, el equipo legal de McLaren ha solicitado la protección legal de tres nombres. Como es lógico, el órgano ante el que han presentado la documentación es la Oficina de Patentes y Marcas de Reino Unido. Fue hace un puñado de días, por lo que aún se encuentran en estudio. Eso sí, ya sabemos de cuáles se trata: Solus, Aeron y Aonic. De entrada pueden sonarte a chino, pero parece que hay una explicación para cada uno de ellos.
El primero es Aeron. Según parece, podría haber sido un reino post-romano en lo que hoy es el sur de Escocia o una diosa de la guerra galesa que, además, hacía referencia a un río o una baya. El segundo es Solus. Proviene del latín y significa solo o no acompañado. Por último está Aonic. Al parecer, es una palabra que suele aparecer en novelas de ciencia