BMW está prepara para la era eléctrica, pero sigue apostando por un futuro de gasolina y diésel

Una vez más, podemos decir que BMW se ha ganado el afecto del petrolhead por su intención de seguir desarrollando motores de combustión «mientras pueda», a pesar de que a partir del año 2035 no se podrá vender coches gasolina ni diésel en la Unión Europea, lo que ha llevado a prácticamente todas la marcas a entrar de lleno en la carrera de eléctrica, como Audi que dejará de desarrollar motores de combustión en 2030, duplicar casi por completo su gama como en el caso de Mercedes o como Opel, que dirá adiós al diésel y la gasolina para 2028.
Se trata pues, de «un todo al verde» por parte de ellas, una apuesta arriesgada que se está traduciendo en una goteo constante de nuevos modelos puramente eléctricos y en la que BMW no está participando, lo cual no quiere decir que no esté preparada, pues al igual que otras firmas como Toyota, aún creen que es demasiado pronto para esta transición forzada, postura a la que se están uniendo otras voces, la última la de Luca de Meo (CEO de Renault), quien se ha apuesto públicamente a esa prohibición de la Comisión Europea.
«Estamos preparados para cualquier prohibición de motores de combustión interna. Si una región, ciudad o país pone en marcha esta idea, nosotros tendremos una oferta», explicaba Oliver Zipse, CEO de BMW, en una conferencia en la ciudad de Nuertingen, cerca de Stuttgart, añadiendo que «el Grupo BMW no está preocupado sobre esto. Si es una buena idea es otra cuestión… pero tendremos una oferta».

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