El segmento de los pick up´s está viviendo una época dorada. Gracias al empuje de los SUV muchas de las firmas que se dedican a este segmento están viendo sus ventas crecer. General Motors, Ford y Stellantis son los que más suerte tienen. Sobre todo el Blue Oval, aunque sus rivales les van a la zaga. De ahí, que en cuestión de muy poco tiempo se haya renovado gran parte de la oferta. La GMC Sierra es la última de ellas y, visto lo visto, mola… mucho.
Si hacéis un poco de memoria, debéis recordar que hace nada hablamos del restyling que recibió la Chevrolet Silverado. Pues bien, sabiendo que uno y otro modelo son el mismo, General Motors no ha querido esperar mucho para refrescar a su versión más exclusiva. Así es que aquí estamos, ante una renovada Sierra que, siguiendo la receta de «si algo funciona, para qué tocarlo», cambia lo justo. Eso sí, ofrece mucha más tecnología y calidad. Veréis.
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La GMC Sierra acerca su interior a su hermano mayor, el Yukon…
El diseño exterior de la nueva GMC Sierra cambia lo justo. Tenemos una parrilla más ancha y diferentes texturas en el interior a modo de decorado. Tampoco podemos obviar un paragolpes renovado que «esconde» unos faros anti niebla de diminuto tamaño. Respecto a las ópticas, varían un poco sus líneas, pero nada exagerado que lo aleje de su predecesor. Completan los cambios nuevas llantas de aleación y una paleta de colores renovada.
Donde se notan más los cambios es en las versiones nuevas que llegan a la gama. Se trata de los Denali Ultimate y AT4X, con carácter premium el primero y más aventurero el segundo. Con todo, la gran novedad está de puertas a dentro, sobre todo porque acerca su diseño, calidad y nivel tecnológico al de uno