Es la pregunta que se plantean los chicos de Hoonigan en su último episodio de This vs. That, su serie de vídeos en los que coches de lo más dispar se enfrentan en carreras de aceleración. Tras contemplar el duelo de un Warthog y el DeLorean DMC-12 de Regreso al Futuro, es hora de aterrizar en la tierra y enfrentar a dos vehículos menos «fantásticos». Por un lado, el Lamborghini Huracán EVO de 640 CV, la última iteración del coche «de acceso» de Lamborghini. Al otro extremo del ring, el Wolf GB08, el coche de carreras que se hizo con la victoria en Pikes Peak este año.
Robin Shute es el encargado de pilotar el Wolf, un ligerísimo coche de apenas 590 kilos de peso, cuyo motor es un 2.0 Turbo VTEC de origen Honda. Este K20 desarrolla la friolera de 650 CV a las ruedas traseras, transmitidos al suelo a través de un cambio secuencial Sadev. No es un coche diseñado para drag racing, pero es un coche extremadamente rápido, además de tener un piloto profesional a los mandos y una relación peso-potencia de 1 kg/CV. Con todo, el dueño del Lamborghini cree que puede vencerle, gracias a la tracción total de su coche.
El Lamborghini es casi tres veces más pesado que el coche de carreras.
Además, los slicks del Wolf están fríos y la superficie del aeródromo donde se lleva a cabo la carrera no tiene una gran adherencia. Sin embargo, tras la primera carrera, el dueño del Lamborghini pierde toda su confianza, tras ser aniquilado por el Wolf. Aunque se impone en los primeros metros de la carrera, haga lo que haga, el coche de carreras barre la pista con el Lamborghini y se impone con una autoridad aplastante. Ni siquiera las negociaciones entre los competidores consiguen