Hace unos días ha salido a subasta uno de los BMW más impresionantes de su tiempo, un Serie 5 que bien podría considerarse el M5 CS de la época, y todo por un precio que 55.000 $ que nos hace hablar hasta incluso de una ganga. Nos referimos al Alpina B10 BiTurbo número 53 de las 507 unidades que el especialista alemán construyó entre 1989 y 1994.
Puede que no te suene este Alpina, pero lo cierto es que se trata de un auténtico lobo con piel de cordero. Presentado en el Salón de Ginebra de 1989, costaba el doble que un BMW M5 E34 de la época y algunos medios llegaban incluso a compararlo en prestaciones con todo un Ferrari Testarrosa, mientras que el piloto Paul Frère llegó a decir que para él era el mejor sedán que había conducido.
Ver la galería completa en Diariomotor
Dos turbocompresores Garrett son el corazón del Alina B10 Biturbo de 360 CV
Todo eso debía a la magia que había obrado Alpina sobre la base del 535i y que en esencia radicaba en los dos turbocompresores Garrett T25 refrigerados por agua que incorporó al bloque M30 de 3,4 litros de cilindrada. Pero esas no eran las únicas modificaciones que se realizaron al propulsor, sino que también contaba con nuevas válvulas de escape, árboles de levas, colectores de admisión y escape, pistones Mahle forjados y unas cámaras de combustión rediseñadas, entre otras mejoras. ¿El resultado? Una potencia de 360 CV y 520 Nm de par, unas cifras que le hacían conseguir al Alpnia B10 BiTurbo una velocidad máxima superior a 290 km/h y firmar el 0 a 100 km/h en 5,6 segundos.
Además, Alpina también equipó a nuestro protagonista con un embrague reforzado, un cambio Getrag de cinco velocidades específico y un diferencial trasero de deslizamiento limitado