Vamos a contarte cómo Koenigseg ha construido el motor de producción más rápido de la historia. El motor V8 biturbo que equipa el Koenigseg Jesko es capaz de superar a todos los demás coches de producción de calle jamás fabricados. El bloque es de 5,1 litros y según Christian von Koenigsegg, fundador de la marca, no era ni siquiera el objetivo que los ingenieros estaban buscando a la hora de fabricar el motor.
El factor decisivo que permite que el motor del Koenigsegg Jesko gire más rápido está en la transmisión. La caja de cambios, bautizada como Lightspeed, tiene nueve marchas y está integrada en el bloque motor. En lugar de un mecanismo de embrague convencional entre el motor y la transmisión, la caja de cambios Lightspeed tiene siete embragues húmedos dentro de su carcasa de aluminio, más un octavo para el diferencial controlado electrónicamente.
Así es el motor de producción más rápido la historia
El diseño de la transmisión, muy poco convencional, permite unas capacidades nunca vistas en los coches de carretera. En el Jesko, se puede cambiar de cualquier marcha directamente a cualquier otra, casi instantáneamente. Un doble toque en el selector de marchas te lleva automáticamente a la marcha más baja posible a cualquier velocidad que lleves, para conseguir la máxima aceleración.
Debido al funcionamiento de la caja de cambios, tampoco es necesario ajustar las revoluciones. «Podemos utilizar la caja de cambios para forzar al motor a cambiar de revoluciones más rápidamente, algo que no se puede hacer con los sincronizadores. Además, con nueve marchas, tienes relaciones súper cortas. Es un engranaje muy bonito, como el de una motocicleta. Tenía grandes expectativas, pero me ha dejado boquiabierto en cuanto a nivel de compromiso y reacción, cómo hace exactamente lo que quieres inmediatamente», ha apuntado Christian von Koenigsegg.
En punto muerto, el V8 del Jesko está limitado a 7800 rpm, que se elevan a 8500 rpm en marcha. El fabricante de automóviles contempló la posibilidad de añadir un sistema de inyección de aire, pero en las pruebas se demostró que no era necesario. El motor que impulsa al Jesko es en realidad una evolución del V8 del Agera RS. Se trata de un motor de diseño plano con lubricación por cárter seco. Al tratarse de un motor de carrera larga, el equipo de Koenigsegg tuvo que pensar mucho en las vibraciones al llegar a esa línea roja de 8500 rpm. Las bielas son de una aleación de acero sueca, no del titanio que se encuentra en el Agera RS.
Además, cada cilindro tiene un sensor de presión y dos inyectores de combustible; un tercer inyector se encuentra en el pleno de admisión por encima de cada cilindro. Con gasolina, el V8 del Jesko rinde 1.280 CV; si se cambia a E85, la cifra se eleva a 1.600 CV.