El coche de hidrógeno promete ser, junto a la gasolina sintética, una solución que nos permitirá seguir disfrutando en el futuro de los coches de combustión interna. No me refiero a la pila de combustible alimentada por hidrógeno, me refiero a quemar hidrógeno en el interior de un motor de pistones. Exactamente lo que propone Toyota en su interesantísimo GR Yaris H2, y lo mismo que propone Lexus en su último prototipo. El Lexus ROV Concept es un UTV, también conocido como side by side (SxS), un buggie premium de disfrute propulsado por hidrógeno.
Lexus quiere demostrar con este prototipo que el lujo no solo se limita a coches y todocaminos, si no que también pueden explotar su imagen de marca en el mundo náutico o el mundo todoterreno. Exteriormente es quizá donde el ROV Concept más refleja el lenguaje de diseño automovilístico de Lexus. Esto es especialmente patente en su frontal, anguloso y con unos llamativos LED diurnos. Su carrocería está pintada en un bonito tono dorado mate, mientras que en su zaga destaca el nombre de la marca y unos pilotos LED, además de un escape central.
El hidrógeno se posiciona como una alternativa ideal al coche eléctrico, especialmente en ciertas aplicaciones.
Al ser un SxS, su tren de rodaje está completamente expuesto y sus llantas montan agresivos neumáticos todoterreno. Iba a llegar al fin del artículo, pero creo que voy a haceros ya el spoiler: este vehículo no es realmente un Lexus. Aunque tenga el branding de la marca y un diseño específico, bajo la piel es un Yamaha YXZ 1000R. Y curiosamente, es el ver su instrumentación y la forma de la consola central cuando até cabos. Es un movimiento lógico, ya que diseñar desde cero un vehículo conceptual así hubiera sido demasiado caro.
El habitáculo es donde