En España tenemos menos de 15.000 puntos de carga públicos para coches eléctricos: una cifra insuficiente para crear una red que garantice el suministro energético a estos modelos. Para solucionarlo, el Gobierno inyectará 525 millones de euros para crear una infraestructura de 100.000 puntos antes 2023. ¿Y si no hiciera falta reducir todo a estaciones públicas? ¿Y si fuera posible ampliar ese abanico? Lo es: existen cinco formas de cargar el coche eléctrico en la calle que te harán cambiar de opinión cuando vayas a cambiar de vehículo.
Son varias las empresas que ya ofrecen soluciones con las que abordan la carga urbana de diferentes y originales maneras. El objetivo no es otro que reducir la ansiedad que la autonomía genera, sobre todo, en los conductores de coches eléctricos que dependen, mayormente, de la infraestructura pública. Y sus opciones van desde un robot hasta el aprovechamiento del mobiliario urbano pasando por recargas a domicilio.
1. Una recarga con chófer
Esta es la propuesta que Zumocharge hace a aquellos que no tienen tiempo de buscar un punto de carga: recogerá tu coche eléctrico en la dirección que indiques, lo llevará a un cargador cercano, pondrá a punto la batería y te lo devolverá con, al menos, un 80%. Y todo esto a cambio de una tarifa fija: para que ésta no sea muy elevada evitarán el uso de cargas rápidas. Eso sí, el dueño tiene que sentirse cómodo con la idea de que un extraño conduzca su coche.
2. Un canal de cables
Evidentemente, la solución más barata para utilizar electricidad doméstica, pero ¿qué pasa si no tienes garaje propio o vives de alquiler? En Oxford han dado vida a un proyecto piloto basado en un canal de cables. O lo que es lo mismo: pequeñas zanjas revestidas de metal que atraviesa el pavimento hasta