Las últimas tendencias en fabricación de coches eléctricos parecen apuntar a que los 800 voltios se convertirán en el nuevo voltaje estándar. Muchos modelos surgidos en los dos últimos años como el Porsche Taycan o el Kia EV6 emplean ya esta arquitectura cuya gran ventaja reside en unos tiempos de recarga más cortos.
Sin embargo, todavía queda una importante marca que se mantiene reticente a ella: Tesla. Y en una reciente conferencia el mismo Elon Musk explicó la razón económica por la cual no ha seguido los pasos de sus competidores.
La palabra mágica: rentabilidad
Como viene siendo habitual en Musk, el motivo de su escepticismo hacia los 800 voltios es muy simple: emplear esta arquitectura en coches no es, desde su punto de vista, algo suficientemente rentable.
Preguntado a este respecto por uno de los accionistas durante la última presentación de sus resultados financieros, el vicepresidente de ingeniería de Tesla Drew Baglino respondió afirmando que, si bien no ignoran las ventajas de este voltaje, sobre aplicarlo en la plataforma de un coche como el Model 3 «hay ganancias y pérdidas, no todo es necesariamente mejor […]. Lo hemos visto, y no hay nada que nos anime a hacerlo».
En Motorpasión
Tesla vende coches eléctricos sin que mucha gente se haya sentado antes en uno.