El Gran Premio de Mónaco es el más mítico de la Fórmula 1. El glamour, los muros y la historia convierten a la carrera monegasca en un evento que trasciende a la propia Fórmula 1. Ganar el Gran Premio de Mónaco tiene entidad propia. Sin embargo, hay un pequeño gran problema: de un tiempo a esta parte es casi imposible adelantar.
En los inicios de la Fórmula 1 el circuito urbano de Mónaco era uno de esos en los que adelantar era difícil, pero plausible. Ha sido con el constante crecimiento de los coches en las últimas décadas cuando pasar en Mónaco se ha convertido en una misión imposible, abriendo el debate sobre si el circuito debería salir del calendario.
Ver un adelantamiento en Mónaco es como encontrar una aguja en un pajar. Es presenciar un acontecimiento único y casi irrepetible. No hay dos adelantamientos iguales en Mónaco, pero todos tienen algo en común: riesgo máximo, espacios mínimos y mucha adrenalina. Estos son quince adelantamientos que demuestran que en Mónaco sí se puede adelantar.
1984: Ayrton Senna a Niki Lauda en la recta
Si adelantar en Mónaco es difícil, hacerlo en una recta lo es aún más. Básicamente porque no hay. Sin embargo Ayrton Senna lo logró en su memorable remontada de 1984, en la que no ganó la carrera solamente porque Alain Prost pidió la bandera roja cuando el brasileño ya le estaba acechando.