Dos emprendedores españoles, David Sancho y Antonio Espinosa de los Monteros, han creado la empresa LIUX. Esta start-up española se prepara para la llegada de la nueva movilidad y su propuesta quiere romper la baraja. Se trata de una empresa que quiere presentar un vehículo eléctrico sostenible.
Y para los dos empresarios, se trataría de ir más allá de colocar un motor eléctrico y una batería en un chasis. Lo que quieren es poner en práctica un plan global que controle las emisiones de CO2 que vaya desde el diseño del coche hasta el proceso de fabricación.
Materiales vegetales para la fabricación del coche
La idea parte de la posibilidad de utilizar materiales de origen vegetal y evitar el uso de pieles naturales y similares. Además, su intención no es anunciar la producción de cientos de miles de unidades al año, como hacen otras empresas que se encuentran luego con serios problemas para cumplir con su compromiso.
La producción del coche eléctrico sostenible se realizará en pequeñas fábricas en lugar de una gran factoría. De esta manera, con un crecimiento sostenible se evitará la emisión de gases contaminantes a la atmósfera más allá de lo realmente necesario.
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Un coche sostenible
En lo que respecta al coche propiamente dicho, se espera un ritmo de fabrición que ofrecería 5.000 unidades el primer año, para alcanzar un ritmo de fabricación de 50.000 unidades el segundo año. Este vehículo no solo será sostenible, según la empresa, sino también accesible.
Será fabricado con tecnología de impresión 3D y utilizando para la carrocería materiales provenientes de biocomposites y bioplásticos. De estos materiales, parece ser que España tiene un buen suministro, así que se puede conseguir de formas sencilla y eficiente.
La plataforma utilizada será modular, así que se podrá integrar varios tipos de módulos, como los de las baterías. Estas serán de origen asiático porque, según los empresarios «no se pueden fabricar todavía en España«. La plataforma podrá albergar baterías de entre 45 y 90 kWh.
Los primeros proyectos
El primer proyecto será un coche del segmento compacto, que ya debutó como prototipo en las 24 Horas de Le Mans en 2017. A este modelo le seguirá más adelante un pequeño urbano eléctrico de dos plazas, al estilo de Citroën AMI.
La empresa ha entrado ya en uno de los PERTE VEC que se ha presentado al Ministerio de Industria para ser merecedores de las ayudas de la Unión Europea, los fondos NEXT Generation EU.