El pasado sábado 25 de junio se aprobó, durante el Consejo de Ministros Extraordinario, la prórroga del descuento de 20 céntimos/litro en los carburantes hasta final de año. Esta medida forma parte del nuevo plan anticrisis con el que el Ejecutivo intentará paliar los efectos que la invasión de Ucrania está teniendo en España.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha manifestado que «sin estas medidas, para las que ha aprobado un presupuesto extra de 9.000 millones de euros, el IPC (Índice de Precios al Consumo) podría escalar hasta el 13 o el 14%». Por tanto, el descuento de 20 céntimos/litro de carburante, se mantendrá hasta final de año. El próximo día 30 de junio vencía el primer plazo de esta ayuda y esto generaba mucha incertidumbre en el sector.
El descuento de 20 céntimos/litro estará vigente hasta final de año
En un primer momento, el Gobierno se había comprometido a valorar la prórroga del descuento si el último día de junio se mantenía la tendencia de los precios de los carburantes. A tres días para dicha fecha, el precio medio en nuestro país, ha superado, con creces, los dos euros/litro.
Se desconocía si se iban a introducir condiciones para acceder a la rebaja, pero finalmente no ha sido así y el descuento de 20 céntimos por litro repostado se mantiene para todos los conductores. Así mismo, el Consejo de Ministros ha contemplado una serie de medidas que tienen como objetivo «beneficiar al transporte»:
- Bonificar hasta el 50% del precio de los abonos y títulos de transporte multiviaje de Renfe y líneas de autobuses. Entrará en vigor en septiembre.
- Bajada del IVA de la electricidad del 10% al 5%.
- Ayuda directa de 200 euros para hogares con ingresos inferiores a 14.000 euros anuales y un patrimonio de menos de 43.196 euros. El cheque trata de paliar el incremento del precio de los alimentos, los carburantes y, en general, de los bienes básicos de consumo.
- Nuevo impuesto que gravará los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas (incluidas las petroleras).
Esta medida entrará en vigor el 1 de enero de 2023, pero tendrá repercusión en las ganancias de 2022. El objetivo, dicen, es «que aquellos sectores que estén obteniendo mayores beneficios por la subida de precios de los productos energéticos aumenten su aportación fiscal».