Mazda es uno de los pocos fabricantes de coches que aún camina solo. No forma parte de ningún grupo y tampoco está atada a complejos acuerdos estratégicos de colaboración. Coopera con Toyota en áreas puntuales pero a diferencia de sus rivales gusta de hacer las cosas a su manera. El mejor ejemplo fue cuando apostó por los motores de gasolina atmosféricos de elevada cilindrada y relación de compresión. Pero no es el único caso de originalidad…
El último ejemplo lo tenemos en el Mazda CX-60. De él te hablamos antes de que fuera oficial pues la casa nipona anunció que se convertiría en su buque insignia junto a su hermano mayor CX-80. De este último aún no hay un elevado número de datos, pero del primero sí y son muy interesantes. Sobre todo aquellos que tienen que ver con el nuevo motor diésel 3.3 e-Skyactiv D que acaban de presentar para nuestro continente. Toma nota de todo ello.
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El nuevo motor diésel del Mazda CX-60 es un 3.3 litros e-Skyactiv D de seis cilindros en línea disponible con 200 CV o 254 CV…
Como bien has leído, estamos ante el nuevo Mazda CX-60 3.3 e-Skyactiv D. Se trata de un moderno bloque diésel con seis cilindros en línea y 3.283 centímetros cúbicos de cilindrada. Según la marca su peso es similar al del motor 2.2 Skyactiv-D que ya montan otros modelos de la gama. Además incluye inyección directa por raíl común y la nueva tecnología Distribution-Controlled Partially Premixed Compression Ignition (DCPCI).
Si traducimos esta frase al castellano significa que cuenta con encendido por compresión parcialmente premezclado controlado por distribución. Su fin es mejorar la eficiencia del motor, las emisiones y el ahorro de combustible. Todo ello traduciéndose en una eficiencia térmica de más del 40%. Por último se asocia al sistema Hybrid Boost con red