Sí, el McLaren Solus GT ya es una realidad. Se acaba de presentar en la Semana del Automóvil de Monterey, y las 25 unidades que se van a fabricar y entregar a los clientes en 2023 ya tienen nombre y apellidos. No es de extrañar: probablemente estemos ante uno de los superdeportivos más impresionantes de los últimos años. Los 25 futuros propietarios han participado desde el primer momento en el proceso de desarrollo del coche, con presentaciones personalizadas e individuales.
McLaren ha llevado así a la producción un deportivo diseñado para circuito que los aficionados a uno de los videojuegos de coches más populares de la historia, Gran Turismo SPORT, ya conocimos como un prototipo futurista. Y ahora, cuando ves las imágenes del coche real, al principio te sigue pareciendo eso, un coche de videojuego. Y es que su llamativo diseño no puede ser más fiel al prototipo virtual.
Una carga aerodinámica superior a su propio peso
Decir que el McLaren Solus GT es lo más parecido a un monoplaza de Fórmula 1 carrozado no es exagerar. De hecho, la idea de McLaren con este coche es, precisamente, ofrecer a sus clientes un vehículo con el que poder sentir sensaciones similares a las que ofrece un coche de la categoría reina.
En el Solus GT, el piloto, y único ocupante del vehículo, entra al cockpit como lo haría en la cabina de un avión de combate: no hay puertas, solo un techo deslizante. Más similitudes con un coche de Fórmula 1: la posición del asiento, diseñado a medida para cada propietario -que también recibe un mono de competición homologado y un casco con HANS– es fija, pudiendo ajustar la caja del pedalier de forma remota. El volante también es lo más parecido a los que se utilizan en los monoplazas de F1, con todos los controles y una pantalla integrada.
Las ruedas están completamente carenadas. Entre el doble alerón trasero y un estudiado efecto suelo, la carga aerodinámica máxima que es capaz de generar el McLaren Solus GT es de 1.200 kg… muy superior a su propio peso, que se queda en tan solo 1.000 kg. Para lograrlo, McLaren sigue fiel al monocasco de fibra de carbono que utiliza en todos sus nuevos coches desde 1981, pero añade aquí tecnologías de competición como elementos de titanio impreso en 3D, o un diseño en el que el propio motor forma parte del chasis.
Motor V10 atmosférico con 840 CV
Una de las cosas que más sorprende de un coche tan futurista como este es que recurra a un sistema de propulsión de lo más convencional, si pensamos en la nueva hornada de supercoches con motores híbridos o eléctricos. En el Solus GT no hay nada de esto, la potencia llega a las ruedas de un V10 de 5,2 litros atmosférico capaz de girar a más de 10.000 rpm, que entrega una potencia de 840 CV y genera un par máximo de 650 Nm.
La caja de cambios secuencial de siete velocidades, originalmente diseñada para utilizarse en prototipos LMP, cuenta con engranajes de dientes rectos, una carcasa de aluminio con paneles de magnesio y se acciona mediante un embrague de fibra de carbono totalmente automatizado. McLaren anuncia una aceleración desde parado hasta los 100 km/h en 2,5 segundos, y una velocidad punta superior a los 320 km/h.
Diseñado para pilotar en circuito, por primera vez en McLaren se aplica la solución de un motor autoportante, integrado en la estructura del chasis. Las suspensiones del Solus GT, con una configuración similar a las de un monoplaza de F1, utilizan amortiguadores de cuatro vías ajustables manualmente, con estabilizadoras y muelles también regulables.
Las llantas de 18 pulgadas con tuerca central son de aluminio forjado y equipan neumáticos con las mismas especificaciones que los prototipos que compiten en Le Mans, pudiendo elegir compuestos slick o para mojado. Como no podía ser de otra forma en un coche así, el reparto de los potentes frenos, con pinzas monobloque de 6 pistones, también se puede ajustar desde el cockpit.