Los vehículos utilitarios a día de hoy se encuentran en un lugar muy relevante dentro de nuestro mercado, ya que se posicionan en el número dos dentro de las categorías de coches más vendidas, solo por debajo de los SUV pequeños, por lo que se trata de un tipo de vehículo muy demandado en España. En la prueba de hoy estamos con un integrante de los utilitarios, el Peugeot 208.
Tenemos un 208 con la mecánica más sencillita, un motor de 1.2 litros PureTech que ofrece 75 CV y 118 Nm de par. En cuanto a su acabado, se trata del Active Pack, así que es un equipamiento más o menos intermedio pero muy completo y con todo lo necesario para ir cómodamente en este Peugeot.
Aspecto atractivo y juvenil, así es el Peugeot 208
El Peugeot 208 se caracteriza por ser un coche del segmento B con unas dimensiones muy contenidas, solamente 4,05 metros de largo y 1,74 de ancho. De esta manera, este utilitario se convierte en un modelo perfecto para hacer un uso principalmente urbano.
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Si comenzamos a hablar de su parte frontal, en un primer momento resalta a la vista su parrilla delantera con aplicaciones en cromado y aspecto 3D. Junto a ella, vemos unas grandes ópticas que aunque no son full LED, las luces de carretera y diurnas sí que lo son, así que su iluminación es realmente buena.
En el lateral destacan unos retrovisores en negro brillo para hacer mayor contraste y unas llantas de 16 pulgadas con neumáticos en medida 195 y perfil 55. También encontramos unos ligeros y marcados pasos de rueda pero todo en el color de la carrocería.
Avanzando hacia la zaga, los pilotos son totalmente halógenos en este acabado Active Pack. Además, como detalles estéticos, encontramos un pequeño alerón en negro brillo y una salida