El Grupo Renault está ultimando la separación de las actividades de motores de combustión y las de movilidad eléctrica del fabricante. “El vehículo eléctrico es otra tecnología, es un negocio muy específico y merece un perímetro organizativo especial. Nos permitirá mostrar al mundo que fabricamos muy buenos coches eléctricos”, explicó el CEO del grupo, Luca de Meo.
El objetivo, revalorizar el grupo Renault. La desaparición pura y simple de sus actividad es Rusia y de la marca Lada, le ha dejado tocado. Supuso una pérdida de 2.200 millones de euros para Renault.
Y sobre todo, necesita recuperar fondos para seguir con el plan Renaulution de electrificación del grupo. Pero para ello ha de dejar entrar socios externos en la producción de coches de gasolina vía una nueva empresa creada ex profeso para ello.
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Es también un movimiento de seguridad para la marca. Con el fin del motor de combustión en 2035 en Europa, ese área de negocio está prácticamente condenada en nuestro continente.
Así, separando el desarrollo y la producción de los dos tipos de vehículos en dos entidades separadas, los malos resultados de una entidad no afectarán a la otra.
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