Ya lo había advertido Arabia Saudí: la alianza OPEP+ (sus aliados liderados por Rusia) tiene los mecanismos necesarios para no permitir que el mercado del petróleo siga desestimulado; esto es, que los futuros del crudo se mantengan bajos.
Así que ha cumplido y ha anunciado un recorte en la producción de petróleo diario para impulsar los precios.
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Este recorte, que será efectivo en octubre, será de 100.000 barriles diarios; los que el cártel había acordado añadir hace un mes. No es una disminución significativa de la producción -supone aproximadamente el 0,1 % de la demanda mundial- pero ya está haciendo subir los precios.
Los futuros del crudo Brent, el punto de referencia mundial, subieron un 3,6 % tras el anuncio, a 96,40 dólares el barril. También el crudo estadounidense, el WTI, subió 2 dólares a 88,85 por barril, un aumento del 2,3 % mientras Joe Biden promete que apuntalará el suministro de energía y los precios.
En España estamos viendo cómo los precios medios de los carburantes abandonan la senda bajista de las últimas semanas: el GNC ya ha roto la barrera de los tres euros el litro, y mientras baja la gasolina, el diésel sigue encareciéndose.
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