España se mantiene a la cola de Europa en lo que respecta al desarrollo de la electromovilidad, alejándose de los países de su entorno europeo, tal y como señala el indicador global de electromovilidad (que valora la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público). Durante el segundo trimestre de 2022 se ha producido una ralentización en el desarrollo tras el moderado crecimiento que se experimentó durante el primer trimestre. En este sentido, se logró un crecimiento de 0,9 puntos respecto al periodo anterior, alcanzando un total de 14,2 puntos sobre 100 en el Barómetro de electromovilidad de ANFAC. Continúa aumentando la brecha nacional con respecto a la media europea, que ya se distancia en 15 puntos, la cual se sitúa en 29,1 puntos.
Tal y como señala el indicador global de electromovilidad, el crecimiento de España es menor en comparación con la media europea, que sube 1,1 puntos. La posición del ranking se mantiene estable para todos los países analizados, aunque aumentando las diferencias entre los países líderes y aquellos en las últimas posiciones. Noruega continúa en el primer puesto, seguido de Países Bajos y Alemania.
Por su parte, a nivel nacional el indicador muestra una ralentización en el avance hacia la electromovilidad. España mejora en el segundo trimestre tan solo en 0,9 puntos en comparación a los 1,4 puntos de mejora del trimestre anterior. Por CC. AA., el aumento está liderado por Navarra (+2,2 puntos), seguido de Castilla-La Mancha (+1,7 puntos) y Castilla y León (+1,5 puntos). Los menores avances se focalizan en aquellas regiones que ya se encontraban a la cola de la electromovilidad, aumentando las diferencias territoriales.
El mercado electrificado no avanza en España
Durante el segundo trimestre de 2022, España ha alcanzado una valoración de 22,7 puntos sobre 100 en el indicador