Ford presenta el Mustang de séptima generación, que seguirá comercializándose con dos carrocerías; coupé y convertible. Ahora, el deportivo norteamericano, incluye mejoras en el hardware, el software y la puesta a punto, además de un nuevo motor V8 de 5,0 litros Gen IV que proporciona una respuesta y unas prestaciones aún mayores. Además, con buen criterio, su diseño sigue siendo continuista e inconfundible.
En cuanto a estética se refiere y como una de las principales novedades, por primera vez, cada modelo de la línea del nuevo Mustang lleva su propio y exclusivo frontal, lo que permite a los clientes elegir el aspecto que mejor se adapte a su propia personalidad. El GT, el corazón de la marca Mustang, presenta unas aperturas de la parrilla de mayor tamaño diseñadas para permitir un mayor flujo de aire, lo que se refleja en un aumento de potencia y rendimiento. La aerodinámica del coche se ha optimizado con la incorporación de nuevas rejillas de ventilación en el capó y un splitter delantero rediseñado.
El nuevo Mustang se lanza con 12 opciones de color, incluyendo tres nuevas tonalidades: los llamativos Azul Ember, Azul Vapor y Amarillo Splash. Los clientes también pueden elegir entre las opciones de color de las pinzas de freno Brembo negras o rojas, todas ellas con el logotipo de Mustang, además de poder elegir entre dos nuevos diseños de llantas de aleación de 19 pulgadas.
En su interior, lo más destacable es la eliminación del tradicional salpicadero superior del Mustang, que da paso a una zona central abierta, fluida y revestida de cristal, repleta de tecnología.
Detrás del nuevo volante, más grueso y de fondo plano, se encuentra un cuadro de instrumentos digital de 12,4 pulgadas, que puede personalizarse para mostrar diferentes diseños, y nuevos cuadros de mando personalizables y dependientes del modo de conducción, nuevos