Lo “viejo” está de moda y no solo en el sector del textil. El sector del automóvil vive una corriente para el rescate de modelos antiguos que tiene una doble cara. Por una parte están las propias marcas que quieren dar a sus viejas glorias una nueva vida en forma de modelos de última generación. Por otra parte hay firmas que se han propuesto el rescatar de los desguaces o graneros a modelos ajados. Y todos tienen algo en común: son eléctricos de batería…
Una de las firmas que más propuestas presenta y ofrece es Lunaz Design. De ella ya os hemos hablado en alguna que otra ocasión, sobre todo al conocer preparaciones como el Rolls Royce eléctrico de 1961. Pues bien la empresa no ha querido quedarse ahí y se ha sacado de la manga una nueva preparación. Se trata de la conversión del Range Rover de primera generación en eléctrico. Pero además, también se atreve a hacerlo cabrio y eléctrico.
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Lunaz, además, también ofrece todo un Range Rover LWB clásico de primera generación reconvertido a eléctrico…
Ello hace que el Range Rover clásico de Lunaz Design se desdoble en tres personalidades. Primero está Country o lo que es lo mismo la versión más capaz en campo. Por otra parte Town ofrece mejor calidad de uso y está disponible con techo y batalla corta y larga LWB. En último lugar está Safari o lo que es lo mismo, la versión cabrio e inspirada, a su vez, en la película Octopussy de James Bond. Todos ellos, nacen de un laborioso proceso artesanal.
Y no solo eso, hay un importante trabajo de ingeniería ya que para darles forma Lunaz los desmonta y los en el chasis. A partir de ahí se refuerza con acero de alta resistencia y otros materiales resistentes. También cambian el sistema de