Durante estos últimos siete días hemos estado probando el Toyota Aygo X Cross. Un pequeño urbano con tintes de crossover, repleto de tecnología enfocada a la seguridad. Algo a lo que nos tiene acostumbrados la marca japonesa, que colma sus modelos con todo tipo de ayudas a la conducción, incluso en los acabados más básicos.
Sin ir más lejos, el coche que probamos es el modelo de entrada denominado Play, con la caja de cambios manual. Ésta última, asociada al único motor disponible: el 70 gasolina, que es un pequeño tricilíndrico de 1.0 litro con 72 CV. La otra opción es montar la caja de cambios automática CVT desembolsando 1.350 euros más, que en el apartado correspondiente también comentaremos porque es una opción interesante.
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Combinar un urbano del segmento A, que se suele abaratar con recortes en equipamiento básico, con semejante arsenal de tecnología de seguridad, da como resultado un coche lleno de contrastes. Tanto es así, que en las plazas delanteras se nota claramente que es un modelo de 2022, pero si nos cambiamos a las traseras parece que estamos en los años 90 del siglo XX. Ya desde fuera se puede notar si te fijas bien.
Diseño exterior del Toyota Aygo X Cross
El Toyota Aygo X Cross mide 3,70 metros de largo, 1,74 metros de ancho, 1,51 metros de alto y tiene una batalla de 2,43 metros. Es decir, encontrar aparcamiento con este coche será realmente fácil, porque esos 30 cm menos que muchos coches del Segmento B se notan y mucho.Suscríbete a nuestro canal de Youtube
Estas proporciones, sumadas al diseño de Aygo X Cross dan como resultado un coche original y atractivo. Especialmente porque esa batalla larga en un coche tan pequeño, ese morro alto y unas ventanas algo estrechas le dan un aspecto muy parecido al concept que presentaron