Audi quiere participar en competición de la forma más sostenible que sea posible. Y una de las formas de hacerlo es utilizar combustibles renovables, allí donde entre en juego un motor de combustión. Es el caso de la Fórmula 1, donde la marca de los cuatro aros ya ha anunciado su participación a partir de 2026. Y por reglamento, los monoplazas de F1, que para entonces utilizarán motores híbridos en los que la parte eléctrica cobrará mayor protagonismo, deberán utilizar este tipo de combustibles.
Prepárate, porque cada vez vas a oír hablar más del diésel HVO, un combustible procedente de fuentes renovables alternativa al gasóleo convencional.
Pero Audi se ha adelantado en el uso de combustible renovable en competición, y la evolución del RS Q e-tron llevará este combustible en sus depósitos en el asalto al Rally Dakar 2023. Recordemos que el RS Q e-tron es un prototipo eléctrico híbrido, en el que las ruedas de cada uno de los dos ejes están impulsadas por sendos motores eléctricos procedentes de la Fórmula E. La energía eléctrica se produce a bordo por un sistema formado por un generador accionado por un motor de combustión.
Hasta un 60% de reducción en emisiones de CO2
Sustituyendo la gasolina de 102 octanos utilizada en la anterior edición del Rally Dakar por este nuevo combustible renovable, Audi anuncia que cada uno de los tres RS Q e-tron que alineará en el desierto reducirá sus emisiones de CO2 en hasta un 60 por ciento. En concreto, los depósitos del RS Q e-tron cargarán una mezcla de un 20% de combustible convencional y un 80% de combustible renovable. Por supuesto, siempre dentro de la estricta normativa que exigen la FIA y la ASO para esta competición.
Para la producción de este combustible renovable Audi utiliza productos basados en residuos que no contienen ningún tipo de producto alimenticio, en biomasa y en plantas biogénicas. El resultado es un combustible que tiene un rendimiento energético incluso superior al de la gasolina de origen fósil, aunque su densidad energética es mejor, lo que ha obligado a los ingenieros de Audi a instalar depósitos de mayor capacidad.
Más allá de la disminución de las emisiones, la utilización de este combustible no supone ninguna ventaja adicional, puesto que por normativa, los vehículos que compiten en el Dakar incluyen medidores de flujo para controlar con precisión el consumo de energía y establecer así una igualdad entre los participantes.