Estamos en un momento en los que las marcas están planteándose abandonar el segmento A y el segmento B en sus catálogos. Es decir, que nos vamos a quedar sin muchos coches urbanos entre los que elegir. La dificultad de adaptar los motores de estos vehículos a la norma Euro 7 y en lo que respecta a la transformación a la movilidad eléctrica, el alto coste, hace que se hayan convertido en inviables para muchas de ellas.
Pero si Mercedes-Benz ha decidido abandonar el Clase A, Volkswagen va a olvidarse del mítico Polo y Ford va a dejar de fabricar el Fiesta, hay marcas que siguen apostando por estos coches. FIAT es, tradicionalmente, una marca de coches económicos y que se mueven en ese espectro de la movilidad. Así que su intención es seguir ofreciendo coches de estos segmentos durante bastante tiempo. Electrificados, eso sí.
Cinco modelos urbanos eléctricos
La marca italiana quiere contar con cinco nuevos modelos urbanos que se unan a la familia iniciada por el FIAT 500e. El primero de estos modelos podría llegar en 2023. Estaría cimentado sobre la plataforma e-CMP de Stellantis. Esto supondría que sería un modelo cercano al Peugeot e-208 o el Opel Corsa-e, pero más económico. Más adelante, volvería una de las denominaciones más populares de la marca y que en España la conocimos a trevés de SEAT. Es decir, significaría la conversión del Panda al formato eléctrico.
Este modelo podría llegar en 2025 y situarse frente a dos modelos eléctricos urbanos, uno que ya está siendo bastante popular, como es el Dacia Spring y otro que se espera que vaya a triunfar en cuanto se lance, como es el Renault 5. La desaparción de muchos de sus rivales permitirá que FIAT afiance su presencia en estos segmentos.
Olivier François, director ejecutivo de FIAT, entiende que es más fácil trasladar el coste de los coches eléctricos a los modelos de gama alta, ya que el precio más elevado permite recuperar la inversión de forma más rápida. Pero aún así, los esfuerzos de FIAT irán para mantener su posición en estos segmentos.