La Agencia Europea de Medio Ambiente realizó recientemente un estudio en el que llegó a la conclusión de que el 80% del parque móvil de la Unión Europea será totalmente eléctrico en el año 2050, cifra a la que llegaremos con el aumento paulatino de este tipo de vehículos, lo que traerá consecuencias no solo para consumidores y ciudades sino también para la estabilidad de las redes eléctricas locales.
Al igual que sucede cuando la gran mayoría de la gente se encuentra en su casa como puede ser a primera hora y encendemos nuestros electrodomésticos para cocinar, el pico de demanda aumenta y con la llegada de tantos vehículos eléctricos éste será mayor en las horas punta, lo que se traduce en que se necesitará de más energías renovables para satisfacer dicha demanda. Esto nos lleva a que los países tendrán que aumentar su capacidad para generar y almacenar energía, todo ello con una reducción en el uso de combustibles fósiles para generar energía y una menor utilización de las centrales eléctricas, lo que también nos llevará a un aumento de los costes de la energía.
En este sentido es donde la tecnología de vehículo a red (V2G) puede jugar un papel importante según creen en Hyundai, marca que se encuentra investigando y realizando importantes avances en este campo. En resumen, para que podamos entenderlo fácilmente, con la tecnología V2G las redes eléctricas pueden hacer frente a la carga adicional que supone cargar millones de vehículos eléctricos, de manera que los vehículos que la equipen podrán servir también como unidad de almacenamiento de energía renovable.
Según los estudios realizados por Hyundai, la gran mayoría de vehículos eléctricos se encuentra aparcados e inmóviles el 96% del tiempo que significa más de 23 horas al día, además de que los trayectos diarios que se realizan con ellos solamente requieren una décima parte de la capacidad de sus baterías. Así, en Hyundai apuestan a que los conductores de vehículos eléctricos con tecnología V2G puedan cargar sus baterías en las horas valle a un coste inferior y, la energía no utilizada durante las horas punta puedan venderla de manera que se apoya a la estabilidad de la red, ahorrando capacidad de la red y reduciendo los costes operativos de los proveedores de energía.
Estos estudios también demuestran que un solo vehículo eléctrico puede almacenar energía suficiente para abastecer hasta cinco horas durante 24 horas, por lo que una flota de vehículos eléctricos puede tener un impacto beneficioso tanto en pueblos como ciudades, teniendo la capacidad de aprovechar el exceso de energía renovable durante las horas centrales del día y compensar los picos de demanda de la red por la mañana y por la noche, convirtiendo así a un vehículo eléctrico con tecnología V2G no solo en un suministrador de energía a la red sino también a los propios hogares de los propietarios.
Aunque pueda parecernos una tecnología de futuro, en realidad, la tecnología V2G ya es presente e incluso los distintos implicados se encuentran estableciendo un protocolo de comunicación entre el vehículo eléctrico y la red eléctrica pero, lógicamente, esto requiere de cooperación entre gobiernos, proveedores de energía y fabricantes de equipos originales, además de seguir desarrollando modelos de negocio, realizar estudios sobre la viabilidad comercial y estudiar los aspectos normativos.