La conversión de los vehículos de transporte por carretera es algo bastante serio. Se trata de crear un sistema de baterías que sea capaz de alimentar a camiones con cargas muy pesadas y que recorren muchos kilómetros con ella. Y se ha de trabajar para conseguir que la autonomía de estos sea la adecuada. Para ello es necesario también contar con una infraestructura de carga adecuada y que permita mantener las baterías operativas en poco tiempo.
Estos puntos de carga han de tener unas características especiales, ya que no sirve cualquiera de las que se utilizan para la carga de coches eléctricos. El tamaño de los camiones requiere que haya un espacio más grande para estacionar el vehículo y que maniobre sin problemas. Algo que se ha tenido en cuenta a la hora de construir las instalaciones de carga ideadas por Aral Pulse, una empresa subsidaria de BP.
El corredor Rin-Alpino en Alemania
La compañía ha realizado la instalación de seis estaciones de carga ubicadas en el corredor Rin-Alpino, concretamente en Alemania. En esta ruta, que tiene 600 kilómetros, ha establecido la primera de sus infraestructuras destinada a la carga de las baterías de camiones eléctricos. Conecta los principales puertos del Mar del Norte, en Bélgica y los Países Bajos, con el puerto mediterráneo de Génova, Italia.
Las estaciones de carga se han instalado en las localidades de Schwegenheim, Bensheim, Rüsselsheim, Rheinböllen, Düsseldorf y Dortmund. Más adelante se habilitarán más estaciones de carga en Bad Honnef y Colonia, para completar la ruta. En alguno de estos puntos ya existían puntos de carga para coches eléctricos, pero su tamaño impedía el acceso a los camiones.
En cada una de las ubicaciones se han instalado dos estaciones, cada una de ellas con dos puntos de carga. Tienen una potencia de 300 kW, lo que permitirá a un camión recuperar una autonomía de 200 kilómetros en 45 minutos. Este es el tiempo obligatorio de descanso para los conductores profesionales.
Las áreas de descanso cuentan con servicios para facilitar que el conductor pueda recuperar las fuerzas en ese tiempo. Duchas, espacio para comer y baños conforman el servico para ellos. Además, los cargadores habilitados también permiten la carga de coches eléctricos, así que no se limitan a los camiones.
Se necesitan muchas más estaciones de carga
Con los plazos establecidos por la UE, se va a necesitar que existan muchos más puntos de carga para camiones. Estos necesitan no solo más espacio, sino también más potencia en cada cargador. Los 300 kW son insuficientes para permitir que los camiones eléctricos puedan moverse con libertad por las carreteras europeas.
Para que la carga sea efectiva se necesitan cargadores de 1 MW, que permitirían recuperar hasta 400 kilómetros en esos 45 minutos mínimos de descanso.
La previsión es habilitar más puntos de carga, no solo en esta ruta, sino en las principales rutas que recorren el continente. De esta manera, las principales rutas de transporte por carretera contarán con estaciones de carga capaces de ofrecer servicio a los 270.000 vehículos comerciales pesados y medianos impulsados por electricidad que se espera circulen en el año 2030.