Thomas Schäfer, actual CEO de la marca de coches Volkswagen, ha insinuado hace pocos días que la octava generación del modelo Golf, la cual comenzó a comercializarse en 2020, no será la última pese al imparable avance de la gama eléctrica ID. Oliver Blume, máximo responsable del grupo al que pertenece esta firma, lo ha corroborado casi a la vez, indicando que el fabricante alemán ya trabaja en un ID.Golf. Esto despeja casi cualquier duda sobre el futuro del icónico compacto, en vilo hasta ahora.
En su entrevista con un medio de comunicación especializado en automoción, Schäfer sugirió que la novena edición del Golf llegará entre 2028 y 2029, así como que, bajo su criterio, esta deberá ser 100% eléctrica. Mucho antes, en 2024, la actual generación del vehículo en cuestión recibirá una actualización estética y tecnológica que permitirá a la casa germana continuar compitiendo con garantías en el segmento C de los turismos durante un lustro más.
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Según el presidente de la compañía, denominaciones tan reputadas como Golf o GTI no pueden desaparecer, pues cuentan con un altísimo valor comercial para Volkswagen. Blume, su superior en la empresa matriz homónima que gestiona tanto esta como otras marcas, ha ratificado las palabras de Schäfer en un diario teutón, hablando de forma explícita sobre un ID.Golf que, hipotéticamente, quedaría situado por debajo del ID.3 en la gama de productos del fabricante. Ambos consideran que no se canibalizarán en las ventas.
El Golf, que ya tuvo una variante con sistema de propulsión totalmente eléctrico hace unos años (durante la séptima generación), sobreviviría así a la incertidumbre y la amenaza de desaparecer que se cernía sobre el que es el modelo con más renombre de Volkswagen. Esta firma evitaría así tener que afrontar el desarrollo de nuevos motores de combustión que superen la homologación con base