Mientras marcas y gobiernos nos intentan meter los vehículos eléctricos con calzador son varias las marcas que siguen apostando por otro tipo electrificación para sus modelos, me estoy refiriendo a la pila de combustible o el hidrógeno, apuesta fuerte por parte de marcas muy importantes que no abandonan el desarrollo de este tipo de vehículos como son, por ejemplo, Toyota o BMW. Precisamente BMW es en esta ocasión la protagonista, con el iX5 Hydrogen del que ya os hemos hablado anteriormente.
BMW ha estado desarrollando al iX5 Hydrogen durante cuatro años tomando como base al X5 actual, el cual a parte de contar con características exteriores propias y un tablero de instrumentos específico, ha sido modificado para albergar un sistema motriz de pila de combustible que genera una potencia continua de 170 CV aunque la potencia máxima del sistema de propulsión son 401 CV, permitiéndole alcanzar los 100 km/h en menos de seis segundos y alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h.
Para alimentar a la pila de combustible el BMW iX5 Hydrogen hace uso de dos depósitos de hidrógeno de 700 bares los cuales son fabricados en fibra de carbono (CFRP), los que permiten almacenar casi seis kilogramos de hidrógeno sumando la capacidad de ambos registrando así una autonomía de 504 kilómetros según el ciclo WLTP. La gran ventaja del hidrógeno no es solo que permite grandes autonomías desde un primer momento, también que sus depósitos solamente requieren entre tres y cuatro minutos para cargarlos nuevamente, muy poco más que llenar nuestros depósitos de combustible hoy en día.
El BMW iX5 Hydrogen se está fabricando en la planta de Munich de la compañía mientras que las pilas de combustible individuales son suministradas por parte de Toyota, algo que se debe a la relación profesional que ambas compañías mantienen desde 2013 colaborando en sistemas de propulsión por pila de combustible. A la par de ello, otros componentes como la carcasa de la pila de combustible o placa de presión, que suministra hidrógeno y oxígeno a la pila de combustible, se fabrican en la fundición de metales ligeros de la planta de BMW en Landshut.
Una vez ensamblados todos los componentes se montan en el iX5 Hydrogen además de otros necesarios para el funcionamiento de todo el sistema, dejándolo así totalmente listo para salir a rodar en carretera. Precisamente aquí se encuentra ahora BMW, ya que ahora desean recopilar datos y opiniones del iX5 Hydrogen de fuentes externas, por lo que este mismo año una pequeña flota no superior a 100 unidades se usarán a escala internacional, haciendo así que personas y grupos ajenos a BMW puedan probar de primera mano el iX5 Hydrogen y extraer sus propias conclusiones de lo que este vehículo puede ofrecer.