A Tesla le parecía buena idea llevar el volante de KITT, ‘El Coche Fantástico’, a la calle y decidió sustituir el volante redondo de toda la vida por uno rectangular denominado Yoke.
De paso, en los modelos con este volante, es decir, los Model S y Model X Performance, la marca americana quitó la palanca de los intermitentes para incluirlos entre los mandos del volante. También la palanca de cambios para mover sus controles a la enorme pantalla central.
Pero la teoría es una cosa y la práctica otra. Y cuando llegó la hora de probar el nuevo invento de Tesla, los clientes de la marca no quedaron nada satisfechos, al menos la mayoría porque siguen prefiriendo el de siempre, sobre todo ahora que se ofrece opcionalmente de forma gratuita. Y claro, se ha agotado.
Problemas de stock
Que algunos de estos volantes Yoke se pelasen a los pocos kilómetros tampoco ayudó. El problema radica en la falta de practicidad de este volante en el día a día. A la hora de aparcar, maniobrar o hacer una curva un poco cerrada es mucho más útil el volante convencional.
En Motorpasión
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