El mundo del automovilismo está de luto. Hemos perdido a Craig Breen, uno de los pilotos más carismáticos y apasionados del WRC, y con su pérdida se rompe una racha de 17 años sin una muerte a bordo de un coche del mundial de Rallies. Y el accidente de Breen señala el gran déficit que tiene la seguridad de los coches actuales.
Desgraciadamente no hay que irse tan atrás para encontrar un fallecido en el WRC. En 2017 murió un espectador español durante el Rally de Montecarlo. Pero centrándonos en la seguridad de los coche, había que remontarse hasta 2006 en Cataluña para encontrar la última víctima, el copiloto Jörg Bastuck. Hasta ahora.
El accidente de Breen recuerda al que truncó la carrera de Robert Kubica
La seguridad ha sido una condición innegociable para la transición del WRC al siglo XXI. Después de que en la década de los ’80 hubiese hasta trece muertes entre pilotos y copilotos, alguna tan dolorosa como la del mítico Henri Toivonen, y se sumasen dos más a principios de los ’90, el mundial de rallies decidió que la seguridad era condición sine qua non para seguir.
En Motorpasión
Tragedia en el WRC: ha fallecido el piloto de rallies Craig Breen en un accidente preparando el Rally de Croacia