España es una potencia en lo que respecta a la fabricación de automóviles, pero aunque se fabrican muchos motores en distintas plantas españolas, hace mucho que no hay un motor de combustión diseñado por españoles en nuestro país. El motor Innegine es el primero de ellos en mucho tiempo y presenta unas características que lo convierten en una pieza muy especial.
Este motor se desmarca de los que podemos encontrar en el mercado, ya que utiliza un sistema diferente al actual y permite que sea más pequeño, pero que aún así consiga un rendimiento similar a uno tradicional más grande. Ha sido diseñado y desarrollado por la compañía Innegine, que está ubicada en Armillas, Granada, y está listo para ser fabricado en masa y comenzar a ser utilizado en modelos comerciales.
Un motor multicombustible
Lo primero que podemos pensar es: ¿en estos momentos en los que el motor de combustión está prácticamente sentenciado a desaparecer, es necesario seguir adelante con este proyecto? La respuesta es SÍ. Y es que este motor funciona con combustibles fósiles, pero también con otros combustibles, como el hidrógeno. Esto hace que sea muy práctico, incluso si se elimina el uso de combustibles fósiles.
Esta característica le aporta una considerable ventaja sobre otros motores, que necesitan modificaciones para ser utilizados con otros combustibles. Gracias a esto, la empresa espera vender hasta 226 millones de unidades al año en 2027. Su uso como generador para alimentar las baterías de coches eléctricos, como un extensor de autonomía, puede ser otra clave para crear interés en este motor.
Así funciona
El motor Innegine está diseñado como un bloque con dos pistones opuestos, que operan en el mismo cilindro. A estos está conectada una leva giratoria, en la que apoyan las bielas. De esta manera, el movimiento axial se convierte en circular. Este sistema permite que el motor sea de dos tiempos y tenga un tamaño menor. Pesa alrededor de 35 kg y cuenta con una cantidad de piezas un 70% menor que un motor tradicional.
Esto también le permite tener un buen rendimiento, junto con una remarcable ausencia de vibraciones y el poco espacio que utiliza. Por el momento, aunque cuenta con inversores externos, todavía no se ha conseguido el capital suficiente para comenzar a fabricar en masa este propulsor hecho en España. ¿Lo veremos pronto en el mercado? Esperamos que sí, y que sea un argumento relevante hacia la movilidad sostenible.