¿Tienes pensado salir de viaje en las próximas horas o días? Si la respuesta es afirmativa debes saber que la colocación del equipaje es un factor muy importante ya que afecta directamente a la seguridad de los pasajeros. Para ayudarte a evitar los errores más frecuentes, vamos a repasarlos con el objetivo de aumentar tu seguridad y la de los tuyos.
Llevar maletas y otros objetos en los asientos
Todo el equipaje debe ir en el maletero. Si se lleva algún objeto, éste debe ir sujeto o guardado en algún compartimento. Un ordenador de tan sólo 2,2 kilogramos de peso puede llegar a pesar 85 kilogramos cuando se produce un frenazo a 50 kilómetros por hora. Puede aumentar a 275 kilogramos de peso si la velocidad se sitúa en 90 kilómetros por hora, es decir, es, , según recoge la Dirección General de Tráfico, como si un oso pardo europeo impactase contra una persona.
Colocar el equipaje en la zona del maletero de forma aleatoria
Los bultos más pesados deben ir en la parte baja. Puede que no sean los más grandes pero sí lo que más pesan. Deben ir lo más centrados posibles, repartiendo el peso. De esta forma, el centro de gravedad no se ve afectado.
Que no haya una separación física entre el maletero y los pasajeros
De hecho, se recomienda no quitar la bandeja trasera. De esta forma, se evita que el equipaje golpee contra los pasajeros ante cualquier frenazo o imprevisto. También debes evitar llevar más equipaje del recomendado. Hay que tener en cuenta la masa máxima autorizada del vehículo y la tara (el peso del coche en vacío). El resultado de esta resta es el peso que puede admitir el automóvil. Por supuesto, no hay que olvidar el peso de los pasajeros.
No tener en cuenta a los pasajeros y el equipaje a la hora de determinar la presión de los neumáticos
Normalmente no se tiene en cuenta el peso. Sin embargo, ésta varía en función de si el coche va cargado o no. Se debe consultar las especificaciones de la marca al respecto. La presión suele venir indicada en un adhesivo que suele estar en la tapa de combustible, el parasol del copiloto o en el lateral de cualquiera de las cuatro puertas.
No modificar la conducción
Cuando un coche va cargado, la estabilidad se altera y tarda más en reaccionar. Por ello, se debe reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. Hay que ser más precavidos a la hora de coger curvas y saber que el coche puede tardar más en detenerse o acelerar.
Que el equipaje dificulte la visibilidad
Ver qué ocurre detrás es muy importante: maniobras de marcha atrás, frenazos inesperados, adelantamientos… Por ello, los objetos no deben tapar la visibilidad posterior y mucho menos la delantera.
No señalizar la carga que sobresale del vehículo
Según el Reglamento General de Circulación, cuando la carga sobresale de la proyección de los vehículos más de un 10% de su longitud o un 15% en caso de que sea indivisible, debe ir señalizada con una placa V-20 en la parte trasera. Además, si sobresale longitudinalmente la anchura de la parte posterior del vehículo, hay que colocar transversalmente dos paneles de señalización y cada uno debe ir en el extremo del material saliente. Es importante tener en cuenta que en un turismo convencional no puede sobresalir carga más allá de los retrovisores.