Son muchos los conductores que tienen localizados los radares fijos y que circulan a velocidades por encima de la normativa. Cuando están cerca de un radar, sueltan el acelerador o incluso frenan para reducir el ritmo y pasar por él a velocidad legal, para unos pocos metros después volver a una velocidad elevada. De este modo, van deprisa y se ahorran las multas.
Claro, que esto funciona sólo con los radares de velocidad fijos y de tramo de la DGT. Además, dichos conductores pueden “apoyarse” en las múltiples aplicaciones que nos advierten de ellos o en que por normativa estos dispositivos deben estar señalizados. Sin embargo, la DGT se percató de esta picaresca y encontró una solución para cazar a esos conductores, los conocidos como “radares antifrenazo” o “radares en cascada”.
¿Qué es un radar antifrenazo o radar en cascada?
A decir verdad, no es que sea un tipo de radar en concreto. Más bien es una técnica, la cual se utiliza para sorprender y sancionar a los conductores que realizan estas prácticas, que no son pocos precisamente. También podría denominarse “radar antilistillos”.
Para ello utilizan un radar móvil, bien sea mediante un coche de la propia Guardia Civil o un vehículo camuflado, un trípode colocado junto a la vía o mediante el famoso Pegasus.Suscríbete a nuestro canal de Youtube
La jugada de la Dirección General de Tráfico y sus agentes es la de colocarse con un radar móvil unos cientos de metros antes del radar fijo. Como no hay obligación de avisar a los usuarios de los radares móviles, los conductores que circulan a velocidad elevada y frenan poco antes de llegar al punto clave no se percatan de la presencia de este detector.
Del mismo modo, utilizan la técnica inversa, es decir, colocan el radar móvil varios cientos de metros tras el fijo. En