La excesiva velocidad en las carreteras es el gran causante del aumento de los accidentes de tráfico, y la DGT está siempre alerta en ello. A pesar de esto, los radares, enemigos de algunos conductores, no siempre multan por ir rápido.
La DGT tiene unos límites de velocidad bien establecidos en su Ley General de Tráfico y Seguridad Vial; máximo de 120 km/h en autovía y autopista, 90 km/h en carretera convencional y 50 km/h en vía urbana. Pero el uso de radares está pensado para controlar que los conductores no los sobrepasen, y así evitar cualquier tipo de accidentes.
La DGT recoge situaciones donde es posible excederse en algunas normas sin ser multados
Y es que una sanción de tráfico es una penalización establecida por la Dirección General de Tráfico (DGT) para evitar que se comentan infracciones. Como tal, el principal cometido de la entidad de tráfico es velar por la seguridad de todos los usuarios de las carreteras españoles. Por este motivo, su potestad engloba desde señalización, organización del tráfico, multas y sanciones o educación vial.
Lo curioso es que a pesar de que su fin es cuidar de todos nosotros, muchos conductores buscan tirar de picaresca, para evitar recibir una sanción. Cabe señalar que este objetivo es bien fácil: basta con cumplir con la normativa vigente de tráfico. Sin embargo, el interés por evitar estas infracciones para poder excederse en algunas normas sin ser multados. Pero, ¿es esto posible? Aunque suene extraño, sí, es factible.Suscríbete a nuestro canal de Youtube
¿Cuándo no multan los radares de Tráfico?
Una vez que el radar detecta que una persona conduce con exceso de velocidad por una vía, el aparato que lo haya registrado guarda la información y, a los pocos días, el conductor recibe la notificación de multa.
En ella se incluyen algunos datos como la velocidad del vehículo, la fecha y