La transición hacia la movilidad eléctrica se ha incrementado a lo largo de estos últimos años. Cada vez hay más vehículos con batería que se encargan de realizar las entregas de última milla y muchas empresas confían en este tipo de vehículos para cubrir los servicios que antes realizaban las furgonetas con motor de combustión. Pero ese cambio de tendencia resulta caro y cambiar todas las furgonetas de la flota de una empresa resulta muy caro.
Por ese motivo, surgen empresas que ofrecen soluciones para cambiar la flota con motor térmico en flotas totalmente eléctricas. O, como es el caso de Bedo, en vehículos híbridos enchufables con una autonomía eléctrica suficiente como para moverse con libertad por las ciudades.
Bedeo ofrece a las empresas británicas la posibilidad de equipar a las furgonetas de sus flotas de reparto diésel con motores eléctricos y una batería, para poder moverse en modo eléctrico sin problemas. Para ello, instalan el módulo RE-100 Range Extender, que se compone de dos motores eléctricos y una batería.
Los dos motores van colocados en las ruedas, son de pequeño tamaño y no es necesario eliminar el motor diésel. De esta manera, cuando se ha de mover por los centros de la ciudad donde hay restricciones, pueden hacerlo con los motores eléctricos y cuando se necesita moverse por carretera, en trayectos más largos, se puede utilizar el motor diésel.
La batería que alimenta estos motores tiene una capacidad de 37 kWh. Esto le permite contar con una autonomía de hasta 117 kilómetros, pero manteniendo un peso bastante contenido. Así, no ha sido necesario modificar la suspensión para soportar el peso de la batería.
Este tipo de modificaciones permite que las empresas puedan utilizar sus flotas actuales en modo eléctrico y poder afrontar el cambio a la movilidad eléctrica con un coste muy inferior al de cambiar una furgoneta diésel por una eléctrica. Una buena idea que hará que la vida útil de las flotas diésel sea más larga.