Toyota ha conseguido que muchos volvamos a enamorarnos de esa marca de coches japonesa que, en las últimas décadas, parecía querer vender exclusivamente coches híbridos. De la mano de Gazoo Racing han llegado en apenas cuatro años los Toyota Supra, GR Yaris y, recientemente, el GR86. Precisamente vamos a hablar de este último, del Toyota GR86 que acabamos de probar. Spoiler: Nos ha enamorado.
El Toyota GR86 viene a ser la segunda generación del GT86. Aunque ha cambiado de nombre, el espíritu es el mismo. Un pequeño coupé de líneas clásicas con la receta perfecta: ligero, pegado al suelo, motor atmosférico, propulsión trasera y cambio manual. Todo ello, sin hipotecarte de por vida, porque no es un coche caro.
Es una evolución muy notable respecto al modelo anterior, que ya me encantaba para disfrutar en carreteras de curvas, pero es cierto que se echaban algunos detallitos en falta. Me refiero a un poco más de “motor” en la zona media del cuentavueltas y a una puesta a punto algo más firme para cuando apretamos el ritmo. Parece que han escuchado nuestras opiniones.
Datos principales del Toyota GR86
Creo que no merece la pena hablar excesivamente de los detalles de diseño. Es un coupé de dos puertas que mide 4,26 metros de largo, por 1,77 de ancho y 1,31 de alto, ofreciendo una batalla de 2,57 metros. Por cierto, su maletero es de 226 litros, más que suficiente para llevar un par de maletas y alguna mochila extra en una escapada en pareja.
Dicho esto, vamos a hablar de lo que realmente interesa en este coche. Bajo este capó tenemos un motor bóxer de 2.4 litros, llegado directamente de Subaru. Ya sabéis, que el GR86 y el BRZ son coches calcados y que el motor lo pone Subaru.Suscríbete a nuestro canal de Youtube
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