El Mazda MX-5 es un mito. Unos lo verán así y otros no tanto, pero lo que está claro es que es un coche que se ha ganado el corazón de defensores público y crítica. No en vano, sus ventas acumuladas avalan su brillante concepto y trayectoria comercial. Cierto, no es el modelo más vendido de la casa de Hiroshima en todo el mundo pero les da ese toque de exclusividad de la que carece cualquier firma premium o generalista rival. Y todo, a pesar de los SUV´s.
En efecto, hace unos días publicamos la última prueba que hemos hecho del MX-5 en Actualidad Motor. Y fue una de las sorpresas pues la versión gasolina 2.0 SKYACTIV-G de 184 CV de potencia, techo duro RF y suspensión Bilstein y frenos Brembo es una configuración explosiva. Tanto, que nos ha hecho olvidar esos pequeños problemas de los que adolece este modelo. Que ahora, para gusto de los más fanáticos se pone al día con un sutil resyling.
La estética del renovado Mazda MX-5 es fiel a su esencia hay una serie de pequeños cambios…
Como hemos indicado es un sutil restyling por lo que no esperes grandes cambios. Los hay pero son para la mejora de esos pequeños «problemas» que han surgido a lo largo de todos los años que lleva a la venta. Así, su frontal destaca por integrar en las ópticas LED principales las luces de conducción diurna LED. En la zaga llega un renovado par de ópticas que, aún con el diseño de antes, adoptan la tecnología LED para todas la funciones.
Si volvemos al frontal nos damos cuenta de que la toma de aire hay una «tapa». Tras ella está el radar del control de crucero adaptativo una de las primicias de este restyling. Otra de las novedades está en que