Hay una tendencia que está llegando con la movilidad eléctrica y que permite que muchos usuarios puedan acceder a un coche eléctrico sin tener que pagar el abultado precio de uno de ellos. Se trata del retrofit, que viene a ser la modificación de los coches con motor de combustión interna para que pueda funcionar con un motor eléctrico y un paquete de baterías.
Para conseguir esto, hay varias empresas especializadas que se encargan de realizar esta operación. Aunque parezca extraño, en realidad es posible hacerlo y prácticamente todos los coches pueden ser modificados para utilizar un motor eléctrico en lugar del motor térmico. Además, cuanto más antiguos sean, es más sencillo. Esto se explica porque utilizan menos componentes electrónicos y es más fácil incorporar el sistema de tracción eléctrico.
Además, si se trata de un coche pequeño, más ligero, es también más eficiente este cambio. Se consigue que las baterías ofrezcan un mejor rendimiento, ya que se pueden ajustar para que sean más eficientes. Lo importante es que resulta muy sencillo realizar este cambio. Muchas empresas han desarrollado kits eléctricos que se pueden acoplar a varios modelos, así que es bastante fácil retirar el motor y los elementos mecánicos y colocar en su lugar los componentes del sistema de tracción eléctrico. Además, estos kits están homologados, así que se pueden instalar sin problemas.
Los alemanes de e-Revolt han desarrollado un sistema por el que son capaces de cambiar el sistema tradicional de un coche por un kit eléctrico. Este kit se puede instalar en hasta 42 modelos, entre los que destacan modelos de marcas como Audi, Volkswagen y otras muy conocidas.
Un Bentley S2 Continental de 1961 es el último proyecto de Lunaz Design, el cual recibe un potente tren motriz totalmente eléctrico
En este caso, el kit electrificado permite una autonomía de hasta 300 kilómetros, según las características de cada vehículo. Esta empresa, al igual que otras, está trabajando en conseguir autonomías más eficientes. Esto podría hacer que por solo 12.000 o 15.000 euros, según el modelo, se pueda convertir un coche con motor de combustión en un coche eléctrico.
No es una cantidad baja, pero permite dar una nueva vida al coche sin gastar todo el dinero que cuesta un coche eléctrico nuevo. ¿Es una buena alternativa para conseguir que los coches eléctricos sean más asequibles y se pueda acceder a ellos con más facilidad? Es pronto para decirlo, pero se puede convertir en una buena opción para introducirse en la movilidad eléctrica sin necesidad de realizar grandes inversiones.