Nadie puede poner en duda la huella que ha ido dejando Tesla en el sector del automóvil desde 2012 con el lanzamiento al mercado del Model S de primera generación, y posteriormente también con el Model 3 y el Model Y principalmente. Y no nos estamos refiriendo únicamente al impulso que dio a otros muchos fabricantes para que comenzasen a ver el vehículo eléctrico con otros ojos, sino al cambio que ha provocado en algunas concepciones que se habían mantenido durante décadas.
Ejemplos de esto último que decimos hay muchos, como la importancia dada a la venta online prescindiendo de los concesionarios, un camino que otras muchas marcas han querido seguir también, aunque sea a su manera. En esta ocasión, no obstante, nos vamos a centrar en el minimalismo en el interior de los vehículos. Una tendencia que siguen ya prácticamente todos los fabricantes.
Con el Model 3 de primera generación Tesla optó por reducir al mínimo los elementos disponibles en el salpicadero, una idea que ha llevado un paso más allá ahora en 2023 con el nuevo Model 3 Highland. Cuando nos sentamos al volante de uno de estos vehículos no tenemos prácticamente nada más que el volante y una gran pantalla desde la que se controla absolutamente todo. Incluso la climatización del espacio interior.
Volkswagen se arrepiente
Volkswagen, al igual que otras muchas marcas, comenzó ya hace algunos años a seguir también este mismo camino. Bajo el mando del ya sustituido Herbert Diess, el fabricante alemán comenzó a centralizar buena parte de los controles del vehículo en la pantalla central empleando botones táctiles y eliminando los físicos, al mismo tiempo que sustituía las ruedas de control por superficies capacitivas sobre las que únicamente había que deslizar el dedo. Un movimiento por parte de la compañía que ahora consideran que fue un error, ya que según la propia Volkswagen provocó que muchos de sus clientes acabasen frustrados.
Reconocida la equivocación, en Volkswagen quieren ahora dar marcha atrás y retroceder parte del camino andado, recuperando algunos de aquellos botones físicos y ruedas de control. Volkswagen estrenará esta nueva concepción del interior de sus vehículos, alejándose del minimalismo y dando una mayor relevancia a la funcionalidad, con el ID.2. Y a este nuevo modelo eléctrico le seguirán otros muchos más en los años siguientes.
Esto es algo que ya se pudo ver en el primer prototipo de este eléctrico urbano que Volkswagen presentó en marzo de este mismo año. Debajo de la pantalla central de este vehículo, el fabricante alemán situó sin ningún complejo una línea de botones para acceder a las funciones más habituales, como los controles del climatizador, entre otros. Así como una rueda para el control del volumen del equipo de sonido. Todos ellos con una superficie rugosa que permite sentir sin dejar lugar a la duda lo que se está tocando, evitando así el tener que apartar la vista de la carretera.
¿Será este nuevo enfoque adoptado por el fabricante alemán el adecuado? Eso solo el tiempo lo dirá, pero probablemente sí. Lo que tampoco significa que el minimalismo radical de Tesla sea un error. Después de todo hay muchos tipos de cliente diferente. Los de Volkswagen probablemente puede que sean algo más tradicionales y aprecien más un interior moderno pero que mantenga rasgos en común con otros modelos de la historia de la marca. Mientras que para los clientes de Tesla lo que buscan es precisamente ese minimalismo extremo del que hace gala el fabricante americano.